LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
El levantamiento del 2 de mayo de 1808 marca el inicio de la Guerra contra la invasión francesa de España, que se prolonga hasta 1814 y que se engloba en el contexto más amplio de la Guerra Napoleónicas.
Napoleón Bonaparte, tras el fracaso de su intento de conquistar inglaterra. y con el fin de imponer el bloqueo económico decretado, decide invadir Portugal. A tal efecto, el 2 de octubre de 1807 firma con Manuel Godoy, valido de Carlos IV, el tratado de Fontainebleau, por el que España y Francia acuerdan la invasión conjunta de Portugal, al tiempo que España autoriza el paso de tropas francesas por territorio español para poder llevarla a cabo. Sin embargo, las tropas francesas, en vez de dirigirse a Portugal, poco a poco proceden a la ocupación de las ciudades Españolas más importantes: Burgos, Salamanca, Pamplona, San Sebastián, Barcelona, Figueras y Madrid. Por otra parte, tras el Motín de Aranjuez del 17 de marzo en 1808, que supuso la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo, Fernando VII, Napoleón convoca a padre e hijo a Bayona, donde firman las Capitulaciones de Bayona. En ellas se acuerda la cesión de los derechos dinásticos al trono de España a José I Bonaparte, hermano de Napoleón y popular mente conocido como Pepe Botella.
En Madrid, a su vez, intento de trasladar fuera de la capital al resto de la familia real, y muy especial mente al infante Francisco de Paula, sirve de detonante para el levantamiento del pueblo contra las tropas francesas que, a las órdenes del General Murat, abren fuego contra la multitud. En la lucha participan decisivamente dos militares españoles, Luis Daoíz y Pedro Velarden. Los combates se extienden primero a toda la capital y, tras el llamamiento del Bando de Móstoles a empuñar las armas contra las tropas invasoras, al resto del país, aunque la resistencia terminan por ser aplastadas.
El principal problema de los ejércitos españoles era que estaban peor preparados y armados, pero lo que no podían hacer frente a los franceses. Surgió, entonces, un fenómeno bélico exclusivamente español: la guerrilla, que hizo más efectivo el ataque final angloespañol.
En 1812, se inicio desde Portugal una ofensiva angloespañola bajo el mando del general Wellington, quien ocupa Ciudad Rodrigo y vence a los franceses en Arapiles. Los aliados entran en Madrid y José I huye a Vitoria. Un año después, tras las derrotas de Vitoria y San Marcial, los franceses abandonan España, y finalmente, Fernando VII regresa a España en 1814.